martes, 14 de abril de 2009

Sin nada que temer...?

Ya no sabía más qué hacer
Cuando tus palabras me dieron sustento.
Todo empezó con un vaivén lúdico,
pero algo dentro de mí, empezó a gestarse.

Yo no sabía con certeza qué sería;
si sólo capricho o una cuestión de piel.

Sólo me di cuenta, que lo que haya sido, sigue siendo.
No es algo para jugar,
¿Por qué tuvo que haber principio?
¿Por qué le tengo que poner este final?

Si tan solo mis ojos hubieran sido fieles al prototipo,
mi mente no hubiera intervenido.
Pero mis oídos cegaron mi mirada
y mi boca callaron mis pensamientos.

Quiero volver a probar aquél sabor tan dulce,
esa sensación tan extraña y eficaz.
Pero esta vez, sólo nosotros,
sin nada que temer...

13/07/08

1 comentario:

  1. "Yo no sabía con certeza qué sería;
    si sólo capricho o una cuestión de piel.
    Sólo me di cuenta, que lo que haya sido, sigue siendo.
    No es algo para jugar,
    ¿Por qué tuvo que haber principio?
    ¿Por qué le tengo que poner este final?"

    ME ENCANTO.

    ResponderEliminar