lunes, 6 de abril de 2009

Piano

Me acerco. Tus manos delicadas tocan el dulce piano del recuerdo. Me acerco. Tu mirada penetrante y triste tocan una melodía de antaño y tus manos añoran. Me acerco. Tu pelo tapa las facciones duras de tu dolor. Tu poblada barba absorbe el río de lágrimas que grita tu alma, tu corazón, tu vida. Me acerco y pongo mi mano en tu hombro caído. Te detienes, dudas, piensas, lloras, y vuelves a tocar. Paso mi mano por tu pelo, por tu cara y no puedo detener las ganas de abrazarte y de repente estoy sentada junto a vos, tocando y llorando y tocando y gimiendo y vos también, y juntos. Juntos. Y tus manos con las mías. Y de repente me mirás y yo te miro. Y tus ojos... tus ojos hablan por sí solos y me duelen y hacen doler los míos. Siento tu mirada pesada, lastimada, roja, húmeda.
Me acerco. Vuelves a tocar.
Mi mano sobre la tuya te detienen. Se desenvuelve una lucha de unas manos que quieren evadir y de otras para soportar. La melodía, cada vez más rápida y las manos sudan, se tocan, chocan y se desean. Me mirás. Toco tu cara, tus labios, tu frente. Por fin tus manos se van posando en mí lentamente, me rodean por la cintura y me mirás otra vez, pero más allá. En un segundo logras llorar en mis pechos, como un niño perdido y yo te abrazo como una madre desesperada por haberte encontrado. Me abrazas fuerte, y te escucho. Escucho tus lágrimas, tus pestañas, tus manos, tu respiración.
De a poco te tranquilizas y bajas tu cuerpo a mi regazo. Te acaricio el pelo. Te calmas y dormis. Entonces, ahora yo toco el piano y lloro, en la penumbra de nuestra soledad.

19/03/09
Mar.-
[Vocalise - Theme From The Ninth Gate - Wojciech Kilar]

No hay comentarios:

Publicar un comentario